Generalidades

¿Deseas renovar tus lentes de contacto?

Lentillasbaratas

Lentillasbaratas.es es un servicio de renovación de lentillas y productos de mantenimiento.
Con lentillasbaratas.es disfrutarás al mismo tiempo de la seguridad de un especialista cercano y de las ventajas de Internet: posibilidad de elegir entre numerosos productos de marca, disponibilidad, precios interesantes, comodidad, consejos profesionales, seguridad de pago…

Origen de las lentillas

Lentillasbaratas.es comercializa lentillas que proceden únicamente de laboratorios de renombre. Todas cuentan con el marcado CE y cumplen con los requisitos de la legislación europea.

Cómo realizar un pedido

  • - haz clic en el modelo de lentilla que te interesa
  • - introduce la corrección
  • - indica la cantidad
  • - haz clic en “añadir a mi cesta”

¿Qué lentillas debo solicitar?

Puedes consultar tu receta médica o la caja de tus lentillas actuales. En ellas debe aparecer la información necesaria para que podamos enviarte tus lentillas, siempre y cuando hayas visitado a tu especialista recientemente, en caso contrario, consulta con tu facultativo antes de realizar un pedido. Debes poder identificar los siguientes datos:
  •   -  Nombre de la lentilla y del laboratorio
  •   -  La curva base
  •   -  El diámetro
  •   -  Las potencias (o correcciones)
Se recomienda visitar al especialista con regularidad. En caso de duda o dificultades para realizar el pedido, puedes pedir ayuda en todo momento a nuestros asesores, así como el facultativo que ponemos a disposición de nuestros clientes, Marina Lovka : m.lovka@sensee.com. No obstante los usuarios de esta web tienen el Derecho a utilizar los servicios de cualquier óptico de su confianza o con un establecimiento abierto en proximidad de tu domicilio habitual.

Deseas cambiar de lentes de contacto

Introducción

Un cambio de corrección o de parámetros de las lentillas es un acto médico que requiere de la visita a un especialista. Lentillasbaratas.es no puede garantizar este servicio a distancia. Para llevar lentillas hay que ser riguroso. Por tu seguridad y tu salud visual, te recomendamos que consultes a tu especialista óptico todos los años. La vista es un don muy preciado, no la descuides.

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1. Disponible los siete días de la semana a través de la dirección de e-mail atencionalcliente@lentillasbaratas.es
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Nuestro servicio posventa

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  •   CENTRAL OPTICS GmbH
  •   Otto-Hahn-Strasse 10
  •   D-77694 Kehl

Deseas llevar lentes de contacto

Introducción

Llevar lentillas es algo sencillo y práctico, pero implica respetar ciertas normas o precauciones, ya que la lentilla es un cuerpo extraño que llevas en el ojo durante largas horas.

La adaptación de una lentilla es un acto médico que requiere de la visita a un especialista. Lentillasbaratas.es no puede garantizar este servicio a distancia.
Para llevar lentillas hay que ser riguroso. Por tu seguridad y tu salud visual, te recomendamos que consultes a tu especialista óptico todos los años.

Un cambio de corrección o de parámetros de las lentillas también es un acto médico que requiere de la visita a un especialista.

Por lo tanto, en todas estas situaciones es conveniente consultar al especialista para obtener las referencias de las lentes de contacto que mejor se adapten a tus necesidades. Esta prescripción garantiza que puedes llevar este nuevo dispositivo sin peligro. La vista es un don muy preciado, no la descuides.

Aspectos generales

¿Qué es una lente de contacto?

La lente de contacto es un dispositivo óptico que permite corregir un defecto visual. La elección de las lentillas la determina un especialista de acuerdo con las características de tus ojos, tus necesidades de corrección y el uso que deseas hacer de ellas. Esta adaptación es responsabilidad del especialista. Para cualquier cambio, es fundamental consultarlo con él.

¿Cuáles son los distintos tipos de lentillas?

Existe una gran cantidad de lentes diferentes: blandas o rígidas y para miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia.
La renovación de las lentillas puede ser de 1 día, 30 días, 90 días o hasta llegar al año. El tipo de lentilla, el material, las dimensiones o la frecuencia de renovación son parámetros propios de cada persona. Estos suelen cambiar a lo largo de la vida, por lo que es indispensable un seguimiento médico regular para que las lentillas siempre estén lo mejor adaptadas posible a tus necesidades.

Ambos tipos de lentillas pueden adaptarse a cualquier edad y corrigen todas las ametropías: miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia, de manera simultánea si es necesario.
Lentillas blandas
Lentillas rígidas
Más grandes que el diámetro de la córnea (parte transparente del ojo). Más pequeñas que el diámetro de la córnea (parte transparente del ojo).
Cómodas desde el comienzo de la adaptación. Requieren de una higiene muy estricta. Al principio de la adaptación suelen ser molestas, pero luego no se notan (tras un periodo de aclimatación). Son más seguras en cuanto al riesgo de infecciones. Permiten una oxigenación óptima de la córnea.
Existen dos grandes familias de lentillas blandas:
- las hidrófilas
- las de hidrogel de silicona
(dejan entrar hasta 3 veces más oxígeno)
Permiten una oxigenación óptima de la córnea.
Existen varios tipos de lentillas blandas en función de su frecuencia de renovación: diarias, semanales, mensuales o anuales. Su renovación está comprendida entre los 12 y los 18 meses (24 meses como máximo).
Solo un especialista está capacitado para recetarte la lentilla que mejor se adapta a tus necesidades, según tus problemas de visión, las características de tu ojo, el uso que vas a hacer de ellas… No dudes en pedirle consejo en tu próxima visita.

¿A qué corresponden los parámetros de las lentillas?

  • Diámetro corresponde al tamaño de la lentilla y debe estar en consonancia con el tamaño de la córnea. Si es demasiado grande o demasiado pequeño, puede provocar molestias importantes.
  • BC (curva base) = es el radio de curvatura de la lentilla. Debe tener una forma adaptada a tu córnea para aportarte la máxima comodidad. Un radio demasiado grande hará que la lentilla esté inestable y, si es demasiado pequeño, te causará molestias. En ambos casos, tu visión se reducirá.
  • Esfera = corresponde a la corrección, ya sea de la miopía (va precedida del signo “-”) o de la hipermetropía (va precedida del signo “+”).
  • Cilindro/Eje = corrigen el astigmatismo. Estos dos valores están relacionados e indican respectivamente el valor y la dirección principal de tu astigmatismo.
  • Lentillas progresivas : los términos siguientes corresponden únicamente a lentillas progresivas, que permiten a las personas con presbicia ver tanto de lejos como de cerca.
    1. Low/Med/High : corresponden al nivel de adición para la vista de cerca.
    2. Near/Far : favorecen la vista de cerca o de lejos.
    3. Add : corresponde al valor de la adición para la vista de cerca.

Su especialista en adaptación tiene otras características en cuenta: grosor de la lentilla, nivel de hidrofilia, ionicidad, permeabilidad y transmisibilidad del oxígeno, etcétera.

Lentillas de colores: ¿qué hay que tener en cuenta?

Una lentilla de color es, ante todo, una lente de contacto. Aunque se escojan por motivos puramente estéticos, es obligatorio pedir consejo a un especialista para asegurarse de la compatibilidad de la lentilla con el ojo del usuario. Ciertamente, cada ojo es distinto: por su forma, por la calidad y la cantidad de lágrimas segregadas… Un mal uso puede provocar daños irreversibles en la córnea.

¿Qué diferencias hay entre las lentillas y las gafas?

Cada uno de estos métodos de compensación visual tiene sus ventajas:
  • Percepción del entorno: las gafas modifican más o menos el tamaño de tu percepción visual según tu corrección: disminuyen el tamaño de las imágenes en la miopía y lo aumentan en la hipermetropía. Esto no ocurre con las lentillas, ya que están en contacto directo con los ojos y reproducen un tamaño casi normal.
  • Sensibilidad luminosa: las gafas pueden adaptarse al uso que hagas de ellas con diversos colores, una tecnología fotocrómica, un tratamiento antirreflejos… Las lentillas que se comercializan en la actualidad no responden a estas demandas concretas.
  • Campo visual: las lentillas aportan un campo de visión más amplio en comparación con las gafas, ya que siguen el movimiento de los ojos. Esto supone una comodidad indiscutible a la hora de practicar ciertos deportes (preferiblemente, que no sean acuáticos).

  • Por tanto, debes tomar una decisión en función de tus necesidades: visuales, estéticas, prácticas… Ambas soluciones son complementarias, así que puedes alternarlas. Además, todos los usuarios de lentillas deben tener también unas gafas en caso de que deban quitarse las lentillas obligatoriamente.

La adaptación

La adaptación a las lentes de contacto

Las lentes de contacto se colocan directamente sobre los ojos. Sin embargo, cada ojo es único y posee unas características propias: forma, calidad de lágrimas, cantidad de lágrimas que los irrigan… La colocación de las lentillas necesita una adaptación, que la realizará un especialista en lentes de contacto.
Las fases de la adaptación son las siguientes:

-  Historial médico y personal: antecedentes, dispositivos anteriores, cirugía, estado de salud general y ocular, aficiones, uso…
-   Exploración ocular, análisis de las lágrimas…
-   Mediciones biométricas: geometrías de la córnea, de la pupila…
-   Elección lo más adaptada posible de la categoría de lentillas
-   Pruebas de lentillas que permitan controlar la adecuación al ojo/necesidades del usuario
-   Prescripción definitiva
-   Aprender a manipular las lentillas y los productos de mantenimiento
-   Respeto de las condiciones de uso

Lentillas: ¿por qué?

¿A qué edad se pueden utilizar lentillas?

Las lentes de contacto pueden adaptarse a cualquier edad. No obstante, visita a un especialista para que juzgue sin son adecuadas para ti o para quienes tengas a tu cargo.

En el caso de niños, la elección de las lentillas está relacionada principalmente con problemas médicos en los que, de no utilizarse, no se produciría un desarrollo normal de la visión del niño.
En los adolescentes, puede optarse por el uso de lentillas por cuestiones visuales, estéticas o relacionadas con la práctica de un deporte. La prescripción se discute con los padres y está sujeta a una higiene estricta.
En las personas mayores también pueden utilizarse previa adaptación por parte de un oftalmólogo.
Debe tenerse en cuenta que las necesidades cambian a lo largo de la vida. Una adaptación realizada en un momento dado puede no ser conveniente más adelante. No dudes en hablar con tu médico, que podrá recomendarte un producto mejor adaptado.
Existen otros criterios (patologías, entorno...) que pueden impedir el uso de lentes de contacto.

¿Podemos llevar lentillas toda la vida?

A diferencia del capital solar, no existe un "capital de lentillas".
La sensación de comodidad cuando se utilizan lentillas es distinta para cada persona y depende de varios parámetros: el tipo de lentilla adaptada, la renovación de las lentillas, la duración del uso diario, la higiene y el mantenimiento de las lentes de contacto…
Por otro lado, la adaptación de las lentillas se realiza en un momento dado por parte de un especialista en adaptación, en función de los criterios que pueda observar y de tu modo de vida. Existen ciertos factores que pueden cambiar y alterar la sensación de comodidad de tus lentillas, como la sequedad ocular, por ejemplo. Puede estar provocada por un cambio de entorno o por alteraciones hormonales o ser la consecuencia de una enfermedad. Cuanto más cuides tus ojos, mejores resultados tendrás.

Las lentillas y sus materiales evolucionan regularmente. Pide consejo a tu especialista para mejorar tu sensación de comodidad.

También debe tenerse en cuenta que la mayoría de los problemas de tolerancia de las lentillas están relacionados con una falta de seguimiento de las normas de higiene.

Ver también “Hábitos correctos”

Lentillas y embarazo

El uso de lentes de contacto no está contraindicado para las mujeres embarazadas.
Sin embargo, se pueden producir modificaciones oculares que alteren la comodidad de uso de las lentes de contacto. Además, el riesgo de infección aumenta, sobre todo durante los tres primeros meses de embarazo:

  • Modificaciones en la forma de la córnea, sobre la que se coloca la lentilla. Su curvatura aumenta, por lo que las lentillas pueden dejar de ser adecuadas.
  • La sensibilidad de la córnea disminuye. Por tanto, hay que estar muy atentos ante cualquier señal de intolerancia (rojez, visión borrosa, secreciones anormales). La disminución de las defensas inmunitarias puede favorecer las infecciones.
  • La modificación de la composición de las lágrimas puede explicar posibles molestias.
  • El embarazo puede estar acompañado de una leve miopía, que puede o no remitir varias semanas después del parto.
Si no soportas las lentillas durante el embarazo, no dudes en utilizarlas durante menos horas o alternarlas con las gafas. Si las molestias persisten, consulta a tu especialista.

El parto: recuerda quitarte las lentillas antes del parto. Podrías necesitar una anestesia imprevista y el uso de lentillas está contraindicado en este caso. Tras el parto, la situación se estabiliza en menos de seis semanas, salvo en caso de lactancia, en el que este plazo podría ampliarse.

¡NO OLVIDES CONSULTAR A TU FACULTATIVO LOS HÁBITOS RECOMENDADOS!

  1. Lávate las manos antes de manipular las lentillas. Sécatelas a continuación con una toalla limpia que no sea de felpa.
  2. Limpia las lentillas a diario. Si te molestan durante el uso, puedes quitártelas y enjuagarlas con un líquido multifunción.
    Recuerda llevar siempre contigo una muestra de líquido.
  3. Respeta las horas de uso diarias y el periodo de renovación de tus lentillas, según lo indicado por tu oftalmólogo (diarias, quincenales, mensuales…). Una lentilla mensual, por ejemplo, debe desecharse un mes después de haberla abierto, y no después de 30 días de uso.
  4. Respeta la duración de renovación del líquido de mantenimiento una vez abierto (si es necesario, anota la fecha en la que lo abres). Recuerda también comprobar siempre la fecha de caducidad de un nuevo bote antes de abrirlo.
  5. Renueva tu estuche cada vez que abras un nuevo bote de líquido de mantenimiento (si el bote está sucio antes de que finalice el mes de uso, puedes limpiarlo con el líquido de mantenimiento de las lentillas y secarlo con un pañuelo desechable).
  6. En caso de molestia ocular, ojos rojos o cualquier sensación anormal, quítate las lentillas inmediatamente Puedes enjuagarlas a continuación con un líquido multifunción antes de volver a ponértelas. Si la molestia persiste, quítate las lentillas y ponte en contacto rápidamente con tu especialista. Si las lentillas han estado en contacto con un ojo infectado, deshazte de ellas.
  7. Visita a tu especialista todos los años. Indícale cualquier molestia. Él podrá recetarte unas lentillas nuevas según los criterios redefinidos. Atención: en caso de tratamiento ocular, algunos colirios no son compatibles con las lentillas.
  8. No pongas nunca las lentillas o el estuche en contacto con el agua corriente..
  9. Evita llevar las lentillas en un medio acuático, sobre todo en una piscina. Los riesgos de infección, relacionados con la presencia de amebas (parásitos), son graves.
  10. ¡Nunca prestes tus lentes de contacto!

Cómo colocarse las lentillas blandas 

Preparación
  1. Siéntate delante de un espejo y coloca el estuche de las lentillas y el producto de mantenimiento sobre una mesa. Evita colocarte las lentillas en el baño, ya que el riesgo de infección es más elevado (no te coloques una lentilla que se ha caído en el lavabo sin antes haberla descontaminado).
  2. Lávate las manos con jabón y enjuágatelas con agua clara. Sécatelas con un paño suave (que no deje pelusas en las manos) o con un pañuelo desechable.
  3. Abre el estuche, comenzando por el lado derecho (sin abrir el izquierdo) para evitar confundirte de lentilla. Puedes enjuagar las lentillas antes de colocártelas, ya sea con suero fisiológico o con un líquido de mantenimiento multifunción.
  4. Comprueba que la lentilla está del derecho colocándola en la punta del dedo índice. De perfil, los bordes deben estar hacia arriba. Si tienden a bajar, es que la lentilla está del revés. Por tanto, debes darle la vuelta presionando ligeramente los bordes como si quisieras aplastarla. Si por un descuido te colocas la lentilla del revés, corres el riesgo de estar incómodo y de tener una visión borrosa. Quítatela y ponla del derecho antes de volver a colocarla en el ojo.

Colocación
Para colocarte fácilmente la lentilla, debes elevarte el párpado superior con el dedo índice (recoge los demás dedos para no hacerte daño).

  1. Colócate la lentilla en la punta del dedo índice.
  2. Baja el párpado inferior con el dedo corazón de la misma mano.
  3. Con el dedo índice de la otra mano, súbete el párpado superior presionando firmemente las pestañas contra el hueso del ojo, junto a la ceja.
  4. Sin soltar los párpados, mírate en el espejo y colócate con cuidado la lentilla en el centro del ojo.
  5. Mira ligeramente hacia abajo antes de soltar los párpados con cuidado.
  6. Pestañea varias veces para dejar centrada la lentilla en el ojo.
Vacía el estuche, enjuágalo con el líquido de mantenimiento multifunción y sécalo preferiblemente con un pañuelo desechable. El estuche debe quedar vacío y terminar de secarse abierto al aire libre. No laves nunca el estuche con agua y jabón.

Trucos 
Necesitas el dedo índice de una mano y los dedos índice y corazón de la otra mano. Haz movimientos lentos y controlados.
Ten confianza pero sé perseverante; con la práctica ganarás confianza y destreza.
Si pierdes la paciencia, inténtalo más tarde en mejores condiciones.

Cómo quitarse las lentillas blandas 

Preparación
  1. Siéntate delante de un espejo y coloca el estuche de las lentillas con producto de mantenimiento limpio.
  2. Lávate las manos con jabón y enjuágatelas con agua clara. Sécatelas con un paño suave (que no deje pelusas en las manos) o con un pañuelo desechable.
  3. Comienza por el lado derecho (sin abrir el izquierdo) para evitar confundirte de lentilla

Retirada
Puedes utilizar el método de la pinza.

  1. Mira hacia arriba y arrastra la lentilla hacia la parte inferior con el índice.
  2. Cógela con cuidado por los bordes procurando no rasgarla con las uñas.
  3. Colócatela en el hueco de la mano para masajearla o directamente en su estuche, según el líquido de mantenimiento utilizado (multifunción en el primer caso y oxidante en el segundo).

Mantenimiento de las lentillas blandas

Respeta la duración indicada por el fabricante, según el tipo de líquido de mantenimiento utilizado (normalmente, 4 horas como mínimo).
Con un líquido multifunción, el masaje previo de la lentilla (10 segundos en el hueco de la mano con un poco de producto) es importante para retirar los desperdicios de la superficie y permitir al producto limpiar la lentilla en profundidad.
Si utilizas una fórmula oxidante, debes combinar dos líquidos obligatoriamente: uno limpia y el otra neutraliza al primero, que es muy agresivo.
Atención: si utilizas un líquido oxidante, no vuelvas a colocarte nunca una lentilla cuya descontaminación no ha terminado. Corres el riesgo de “quemarte” la córnea.

Los malos hábitos en cuanto al mantenimiento de las lentillas entrañan riesgos de problemas oculares graves, que, en determinados casos, pueden afectar a tu visión y al estado de salud de tus ojos.

Lentillas y sueño

No duermas con las lentillas si tu especialista no te ha confirmado que puedas hacerlo con el tipo de lentillas que usas.

Lentillas y pantallas

Tanto si llevas lentillas como si no, el hecho de estar concentrado frente a una pantalla disminuye la frecuencia de parpadeo de los ojos. El parpadeo tiene como fin extender las lágrimas, por lo que una disminución en la frecuencia de parpadeo provoca muy a menudo una sensación de sequedad ocular. Esta sensación es más molesta entre quienes llevan lentillas, ya que estas deben estar correctamente hidratadas para ser eficaces.
Existen dos posibles opciones: recordar pestañear más a menudo (algo que puede funcionar en muchos casos) o utilizar lágrimas artificiales adaptadas a las lentillas, es decir, sin conservante (solo en formato monodosis).
Si las molestias persisten, consulta a tu especialista. Existen determinados materiales de lentillas o determinados líquidos de mantenimiento que pueden estar mejor adaptados en este caso.

Lentillas y entorno

Existen condiciones de trabajo concretas (entornos muy polvorientos, presencia de disolventes volátiles) que no son adecuadas para el uso de lentillas. Para saber si puedes utilizarlas, consulta a tu especialista.

Lentillas y viajes

Avión: si vas a hacer un viaje en avión superior a 2 horas, quítate las lentillas. El ambiente tan seco de la cabina provocará que las lentillas se sequen y te causen incomodidad e incluso dolor. Se puede producir una inflamación superficial del ojo llamada queratitis. Recuerda llevar contigo lágrimas artificiales y un estuche, así como unas gafas por si esto no fuera suficiente.
Tren: no tiene porqué haber problemas, salvo una ventilación o un compartimento sobrecalentado. Al igual que en el avión, si el trayecto es largo puedes tener la precaución de llevar lágrimas artificiales y un estuche.
Viaje a países cálidos: tanto si son húmedos como si son secos, recuerda tener las manos limpias y secas a la hora de manipular las lentillas. Si tienes una sensación de sequedad ocular, puedes utilizar lágrimas artificiales monodosis sin conservante. En caso de irritación anormal, quítate las lentillas lo antes posible.

Lentillas y actividades deportivas

Por lo general, se recomienda el uso de lentillas para practicar deporte, ya que permiten tener un amplio campo de visión.
Sin embargo, el uso de lentillas rígidas está contraindicado en la práctica de deportes con riesgo de contacto físico violento, como el boxeo, los deportes de combate o el rugby. Sí se pueden utilizar lentillas blandas.

Lentillas y deportes acuáticos en agua dulce

Está totalmente desaconsejado llevar lentillas de contacto en estas condiciones, ya que existe un riesgo de infección importante relacionado con la presencia de amebas (parásitos presentes en todas las aguas dulces). El uso de gafas deportivas adaptadas a la vista es la mejor opción y no entraña riesgos.
El uso de lentillas diarias desechables solo es factible si se complementa con gafas de protección totalmente estancas.

Lentillas y deportes acuáticos en agua salada

En teoría, el riesgo de infección es menor en el agua de mar, ya que la sal limita la proliferación de ciertos microbios. Sin embargo, si en verano pasas tiempo junto al mar, la concentración de gérmenes es elevada debido a la concentración de población.
En caso de inmersiones submarinas regulares, es conveniente que utilices una mascarilla.

Lentillas y maquillaje

Si usas lentillas, colócatelas antes de maquillarte. Del mismo modo, quítatelas antes de desmaquillarte. Atención: está totalmente desaconsejado pasar un lápiz de ojos por dentro de las pestañas, sobre el borde del párpado. Se pueden depositar gérmenes que, en contacto con la lentilla, favorecerán la aparición de una infección ocular. Recuerda sustituir con frecuencia tus productos de maquillaje para los ojos.
Recuerda: un exceso de maquillaje a base de ciertos polvos sobre los párpados puede provocar una mala tolerancia, ya que el polvo puede depositarse sobre la lentilla formando pequeños depósitos irritantes. Existen productos de maquillaje con una formulación más adaptada y específica para los usuarios de lentillas.

Lentillas y productos de belleza

Existen ciertos productos cosméticos que, utilizados cerca del ojo, pueden irritarlo (crema facial o crema para párpados) y provocar cambios en la película lagrimal, provocando sequedad ocular.
Cuando utilices un spray capilar o laca, recuerda cerrar los ojos para que las lentillas no se impregnen.
Evita llevar las lentillas mientras te duchas. Las proyecciones de agua suponen un riesgo de infección.
El gel de ducha y el champú pueden provocar irritaciones al contacto con los ojos. Si esto ocurre, quítate las lentillas, sumérgelas en su líquido de mantenimiento (multifunción) y espera a que la irritación ocular haya desaparecido por completo antes de volver a ponértelas.

Lentillas y cuidados (bienestar)

Quítate siempre las lentillas. El riesgo de infección no solo es elevado, sino que puede ser grave en entornos acuáticos cálidos (abscesos oculares debidos a las amebas).

Lentillas y altitud

El frío intenso y la falta de oxígeno no son las condiciones ideales para llevar las lentillas cómodamente y para que el ojo se oxigene correctamente. Son indispensables unas gafas de sol con filtro UV aunque tus lentillas ya cuenten con él.

He dormido con las lentillas puestas

Durante el sueño, la visión puede parecer borrosa y las lentillas incluso pueden quedarse pegadas a los ojos. Lo primero que debes hacer es hidratar las lentillas con suero fisiológico (nada de agua corriente), antes de quitártelas. Es preferible que durante las 24 horas siguientes uses las gafas.
Si no logras quitarte las lentillas o bien tienes los ojos rojos o ves borroso una vez que te las has quitado, ponte en contacto rápidamente con tu especialista. Algunas lentes de contacto pueden llevarse puestas mientras dormimos, pero no todas. Consulta a tu especialista.

Me molesta una lentilla

Sea cual sea el origen de esta molestia, comienza por quitarte la lentilla. Colócatela en la palma de la mano y observa cuál podría ser la causa: lentilla rasgada, borde defectuoso (lentilla pellizcada en el estuche o con las uñas), impurezas… Si está rasgada, aunque solo sea un poco, debes reemplazarla obligatoriamente.
Si la lentilla está doblada, hidrátala y masajéala con cuidado con el dedo índice hasta que se desdoble. Comprueba el correcto estado de la lentilla antes de volver a colocártela en el ojo.
Si no ves ningún defecto, limpia la lentilla con unas gotas de suero fisiológico o líquido de mantenimiento multifunción (nunca con un producto oxidante) y masajéala ligeramente. También puedes enjuagarte el ojo con suero fisiológico.
Comprueba, además, que la lentilla esté del derecho (los bordes hacia arriba).
En caso de dificultades o dolor persistente, ponte en contacto con tu especialista rápidamente.

Incomodidad relacionada con el producto de mantenimiento

Durante el periodo de adaptación, tu especialista te aconseja normalmente un producto de mantenimiento adaptado a las lentillas recetadas y a tus ojos. Debes respetar ese dúo lentilla-producto, ya que garantiza la seguridad de uso con tus ojos. Debes recordar que algunas soluciones de mantenimiento no son compatibles con algunas lentes de contacto. Para tu seguridad, confía en la experiencia de tu especialista.
Algunos productos de mantenimiento contienen agua oxigenada y deben neutralizarse obligatoriamente antes de colocarse las lentillas para evitar irritaciones. También debes respetar los tiempos de inmersión de las lentillas en los productos correspondientes, indicados por el fabricante, ya que podrías sufrir quemaduras oculares graves.
Si cambias de producto de mantenimiento, corres el riesgo de desarrollar una alergia. Asimismo, si ya no soportas los líquidos de mantenimiento, te será difícil seguir llevando lentes de contacto.

¿La lentilla está segura dentro del ojo?

¿No encuentras tu lentilla y no sabes si está o no dentro del ojo?
  1. Comienza por taparte el ojo contrario y comprobar tu visión. Si ves claramente es que la lentilla está en su sitio.
  2. En caso contrario, observa si sientes alguna molestia concreta, debajo del párpado por ejemplo, hacia donde podría haberse desplazado la lentilla. Si ocurre esto, masajéate el párpado con cuidado para que la lentilla baje. También puedes hidratarte abundantemente el ojo con suero fisiológico, teniendo cuidado de colocarte sobre una superficie limpia o segura.
  3. Si, a pesar de tus esfuerzos, no consigues retirártela, contacta rápidamente con tu especialista.
  4. Otra posibilidad: se te ha podido caer la lentilla. Mira alrededor de ti: las manos, la ropa, la mesa, el suelo...
En tu próxima visita al especialista, recuerda pedirle más información sobre la manipulación de las lentillas.

Hay depósitos sobre mis lentillas

Normalmente se trata de depósitos proteicos o lipídicos, cuyo origen son tus propias lágrimas. Estos depósitos pueden aparecer por una contaminación de tus lentillas o por un mantenimiento insuficiente. Las lentillas no pueden utilizarse en esas condiciones. Si los depósitos no se eliminan con una limpieza más intensiva, debes desecharlas y utilizar un par nuevo.
Masajear las lentillas la noche después de retirártelas ayuda a eliminar estos depósitos. Colócate la lentilla en el hueco de la mano con un poco de líquido multifunción y masajéala durante 15 o 20 segundos. A continuación, realiza el mantenimiento habitual.

He olvidado cambiar el líquido de mantenimiento

Es obligatorio cambiar el líquido de mantenimiento de tu estuche todos los días y limpiar el estuche todas las mañanas.
Para ello, tira el líquido ya utilizado, enjuaga el estuche con el líquido multifunción (nada de agua corriente, ya que contiene amebas), sécalo con un pañuelo desechable y déjalo secar abierto al aire libre.
Estos gestos simples y rápidos te permitirán estar cómodo con tus lentillas durante todo el día.
Al usar lentillas se pueden producir distintos problemas, algunos calificados como graves porque aparecen por primera vez, a diferencia de los problemas crónicos. Estos incidentes suelen ser menores y desaparecen cuando dejan de utilizarse las lentillas. Consulta a tu especialista lo antes posible.

Molestia

Lo primero que debes hacer es quitarte inmediatamente la lentilla o lentillas que te molestan.
Existen diversos motivos que pueden explicar esta molestia: la lentilla puede haberse colocado del revés en el ojo, puede estar rasgada, puede haberse producido una confusión entre la lentilla derecha y la izquierda… La presencia de pestañas o motas de polvo también puede provocar una irritación.
Sea cual sea el origen de esta molestia, comienza por quitarte la lentilla. Colócatela en la palma de la mano y observa cuál podría ser la causa: lentilla rasgada, borde defectuoso (lentilla pellizcada en el estuche o con las uñas), impurezas…
  1. Si está rasgada, aunque solo sea un poco, debe reemplazarse obligatoriamente.
  2. Comprueba que la lentilla esté del derecho (los bordes hacia arriba).
  3. Si la lentilla está doblada, hidrátala y masajéala con cuidado con el dedo índice hasta que se desdoble. Comprueba el correcto estado de la lentilla antes de volver a colocártela en el ojo. Si no ves ningún defecto, limpia la lentilla con unas gotas de suero fisiológico o líquido de mantenimiento multifunción (nunca con un producto oxidante) y masajéala ligeramente. También puedes enjuagarte el ojo con suero fisiológico.
  4. Por último, puede tratarse de una fotofobia (sensibilidad al exceso de luz) o de un mal uso de los productos de mantenimiento.

En caso de dificultades o dolor persistente, ponte en contacto con tu especialista rápidamente.

Dolor ocular

Las causas del dolor ocular son muchas: conjuntivitis, queratitis, queratoconjuntivitis... Quítate inmediatamente las lentillas.
Si el dolor desaparece tras quitarte las lentillas, prueba con una nueva lentilla. Si el dolor persiste, consulta a tu especialista.

Ojos rojos

Los ojos rojos son el reflejo de una anomalía potencialmente grave (úlcera, abscesos…).
Quítate inmediatamente las lentillas y consulta a tu especialista.

Picores 

Las causas son muy numerosas, sobre todo relacionadas con alergias.
Quítate inmediatamente las lentillas. Enjuágalas y vuelve a colocártelas. Si los picores persisten, consulta a tu especialista.

Visión borrosa

Quítate inmediatamente las lentillas, si es que las tienes colocadas…
Enjuágalas y comprueba que estén del derecho (los bordes hacia arriba) y que no has confundido la derecha con la izquierda o viceversa. Observa el aspecto de las lentillas: si hay algún defecto (rasgón, depósito), usa unas lentillas nuevas. Si la visión borrosa persiste, consulta a tu especialista.

Sequedad ocular

Son varias las causas de la sequedad ocular: médicas, hormonales, medioambientales, etológicas… (alergia, embarazo, climatización, higiene). Sea cual sea, implica que no debes seguir utilizando tus lentillas en esas condiciones. Consulta rápidamente a tu especialista, quien podrá determinar contigo el origen de esta molestia. Podrá asesorarte sobre un mejor uso o recetarte unas lentillas o un líquido de mantenimiento más compatibles con tus necesidades.

Enfermedades crónicas

Ciertas enfermedades como la diabetes pueden interferir en la comodidad de uso de las lentes de contacto. Sea cual sea tu enfermedad crónica, comunícasela a tu especialista, quien la tendrá en cuenta para tu adaptación. Si se te diagnostica una enfermedad crónica tras tu adaptación a las lentillas, contacta con tu especialista para comunicárselo.
No esperes a que aparezcan molestias, ya que podrían ser irreversibles.

Uso de fármacos

Ciertos fármacos (antiacné, corticoides, antihistamínicos H1) pueden interferir en la comodidad de uso de las lentes de contacto. Los antihistamínicos utilizados para tratar las alergias también son un ejemplo frecuente de incompatibilidad constatada. Consulta a tu especialista.

Lentillas y seropositividad

La seropositividad no es una contraindicación para el uso de lentillas. Sin embargo, hay que recordar que las lentillas son personales y el usuario debe respetar el modo de empleo de los productos de mantenimiento. Consulta a tu especialista.

Lentillas y alergias

La alergia ocular no es una contraindicación absoluta para el uso de lentes de contacto. A menudo se recomiendan las lentillas diarias desechables, ya que evitan que el ojo vuelva a infectarse a causa de las lentillas. Solo tu especialista podrá tomar la decisión de recetarte las lentillas, ya que cada situación es única. Algunas personas podrán utilizar lentillas combinadas con el uso de un tratamiento antialérgico. Otras tendrán que dejar de usarlas durante el periodo de polinización.